Por la alameda de las cargas y las cruces de lana
te llevo prendido a la frente,
con un Anselmo que me dice
que la vida es tristeza y soledades
-todo en conjunto-
Creerle no quiero
y me dispongo a ser tramo directo
hacia eso que no conozco y me hace dudar -en ti-
Un amuleto colgado al cuello
de lo que no se ve,
pero se siente.
De lo que conllevan los recuerdos
en viajes banales del gran Santiago,
pero que están allí. a diario.
Y resulta que a veces hablarte quiero,
decirte esto,
mas callo el sentido por no saber vivirlo,
y se torna en silencio inconcluso
hacia tu nombre.
jueves, 25 de junio de 2009
lunes, 15 de junio de 2009
domingo, 7 de junio de 2009
hace tan poco
Será por eso que me escondo,
me apropio de espacios que no son míos
(que nunca lo fueron)
será por eso que me amarro, que me quemo, que no siento.
será por eso que te mevo, que te saco, que te suelto
y ya no te veo más, no te escucho, no te calco,
no eres compañía, no eres verbo, no eres carne, no eres sangre.
no eres más y no eres menos.
ya nunca.
con un no rotundo entre las manos,
esas mismas manos tuyas, y mías,
y del mundo entero que creamos antes de todo,
antes de nacer como uno solo,
antes de chocar y quedar casi muertos
(o siempre lo estuvimos, no sé, ya nunca lo sabremos)
el comienzo de esta sola y única palabra que nunca pronuncié, nunca nada sino tu nombre entero, ese que nunca fue sino tuyo,
tuyo y de nadie más nunca.
porque así era. en todo. tu casa, tu patio, tus pantalones siempre desgastados, tu pelo en el que me balanceaba sin pedir ningún permiso.
será por eso entonces que vuelvo a mi origen,
suelo, cemento, pantis y calcetas juntas.
siempre al frío, al hambre y sed de nada.
al nunca adelante, paso corto y encorvado.
suelo, siempre suelo.
porque nunca te quedaste yo te doy la bienvenida,
y este día no es el día
(tampoco lo será mañana)
te despido con mis letras, mis colores, mis libros, mi idea de un corazón redondo y siempre rojo.
te despido con el desprendimiento propio de la que espera que abras algún día esa puerta que dejé para tí.
solamente y sólo.
porque nunca quise nada y a la vez siempre esperé todo
(digamos que me pasa en todo rato)
y juro, juro que el pecho está, están las manos ,
estás tu, y yo, siempre en paralelo al mundo.
pero parece que no es suficiente.
me apropio de espacios que no son míos
(que nunca lo fueron)
será por eso que me amarro, que me quemo, que no siento.
será por eso que te mevo, que te saco, que te suelto
y ya no te veo más, no te escucho, no te calco,
no eres compañía, no eres verbo, no eres carne, no eres sangre.
no eres más y no eres menos.
ya nunca.
con un no rotundo entre las manos,
esas mismas manos tuyas, y mías,
y del mundo entero que creamos antes de todo,
antes de nacer como uno solo,
antes de chocar y quedar casi muertos
(o siempre lo estuvimos, no sé, ya nunca lo sabremos)
el comienzo de esta sola y única palabra que nunca pronuncié, nunca nada sino tu nombre entero, ese que nunca fue sino tuyo,
tuyo y de nadie más nunca.
porque así era. en todo. tu casa, tu patio, tus pantalones siempre desgastados, tu pelo en el que me balanceaba sin pedir ningún permiso.
será por eso entonces que vuelvo a mi origen,
suelo, cemento, pantis y calcetas juntas.
siempre al frío, al hambre y sed de nada.
al nunca adelante, paso corto y encorvado.
suelo, siempre suelo.
porque nunca te quedaste yo te doy la bienvenida,
y este día no es el día
(tampoco lo será mañana)
te despido con mis letras, mis colores, mis libros, mi idea de un corazón redondo y siempre rojo.
te despido con el desprendimiento propio de la que espera que abras algún día esa puerta que dejé para tí.
solamente y sólo.
porque nunca quise nada y a la vez siempre esperé todo
(digamos que me pasa en todo rato)
y juro, juro que el pecho está, están las manos ,
estás tu, y yo, siempre en paralelo al mundo.
pero parece que no es suficiente.
sábado, 6 de junio de 2009
VI
Porque eres preciso no me corrompo en disturbios instantáneos de mi mente disyuntiva,
yo te hablo desde lo profundo de la vivencia cotidiana,
pues considero que estás en mi punto de vista,
y cómo no, en el de muchos otros.
Yo soy el pequeño recuerdo de tu visita a la frontera,
me marcho cuando me dispongo a ser lo sucedido.
Pero vuelves pronto a mí
-siesque te arreglas-
Tus manos amplias acarician el torso de mi vida desnuda,
somos delicia para los encarnadores.
Somos piedra de escultura.
Y quiero hoy, que me hables tú, sin serte yo,
franca derrotera del sinsabor dormido,
con ese sabor de tu labio tierno,
con ese ritmo que precedía acontecimientos
-pero que seas tú-
-pero que seas tú y no otro-
Caminando esta vereda amplia en entremeses
acaparados de marchas somnolientas,
me dispongo y dejo libre el trotamundeo.
-quietesita-
Así tu vas y ya no vuelves.
Así tu vas y ya no vuelves.
Y cuando tengo noción
me arrepiento desta y la vuelvo a encerrar
-vuelvo a caminar-
con el pescuezo que se me sale
de tanto tenerlo tensionado,
y los ojos que me reclaman
y de tanto ver, ya no ven nada.
yo te hablo desde lo profundo de la vivencia cotidiana,
pues considero que estás en mi punto de vista,
y cómo no, en el de muchos otros.
Yo soy el pequeño recuerdo de tu visita a la frontera,
me marcho cuando me dispongo a ser lo sucedido.
Pero vuelves pronto a mí
-siesque te arreglas-
Tus manos amplias acarician el torso de mi vida desnuda,
somos delicia para los encarnadores.
Somos piedra de escultura.
Y quiero hoy, que me hables tú, sin serte yo,
franca derrotera del sinsabor dormido,
con ese sabor de tu labio tierno,
con ese ritmo que precedía acontecimientos
-pero que seas tú-
-pero que seas tú y no otro-
Caminando esta vereda amplia en entremeses
acaparados de marchas somnolientas,
me dispongo y dejo libre el trotamundeo.
-quietesita-
Así tu vas y ya no vuelves.
Así tu vas y ya no vuelves.
Y cuando tengo noción
me arrepiento desta y la vuelvo a encerrar
-vuelvo a caminar-
con el pescuezo que se me sale
de tanto tenerlo tensionado,
y los ojos que me reclaman
y de tanto ver, ya no ven nada.
pendientes
jueves, 4 de junio de 2009
A una razón
De no venir se apareció
con un te vas me abandonó,
ella que jugaba sola el jugar me enseñó.
Voces de flor de vez en vez
si la pillaba solo al revés
y aunque quita la demora siempre salió de pie.
De no irse nació la despedida,
adelante la sed, tras de ti el agua hervida,
si te enseño mi mano me pides la otra orilla,
la vida es una espina que me hace cosquillas.
De no venir se atravesó
como un gorrión que se enjauló,
la hora se hace matona si esta misma llegó,
la vi pasar como se fue, no hablamos pero bailó balet
deja un paso en la memoria por si no vuelvo a ver.
De no irse nació la despedida
a mi espalda un aplauso, más allá la caída,
remolino de abrazos llantos tras bambalinas,
la vida es una espina que me hace cosquillas.
De no irse nació la despedida
una estrella fugaz queda atrás la cortina,
si no llega jamás dale la bienvenida,
la vida es una espina que me hace cosquillas.
A dónde llevas, con quién me voy,
a dónde llevas con quién me voy,
a dónde llevas con quien me voy ...
(Ojalá fuera mío)
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