martes, 12 de abril de 2011

varias volás revueltas

Hace rato que no me pasaba ná que me diera la gana de contarme a mi misma, pero hoy mi día se vio enmarcado por tres grandes hechos que no me puedo dar el lujo de olvidar, he aquí enumerados según su transcurso:


Número uno y cOntando: Me levanto en la mañana y ,como todos los días, después de sacarme las lagañas me meto a la ducha. Prendo la estufa, pero seguido a esto me acuerdo del lolito que se le explotó el gas mientras se bañaaba y nunca quiero que me pase eso asique lo saqué altiro. Bueno, me meto al agüita tibia y mientras sonaba de fondo la canción más maravillosa del mundo me vino a la memoria que ayer soñé con un piano blanco. Que lindo. Los tocaba como si la cagá fuera lo más fácil del mundo, pero no siendo eso lo más importante, lo que más me llamó la atención de todo el recuerdo del sueño es que por primera, pero por primera vez en mi vida de recordar todos los sueños, soñé con un espacio que tenía muchas puertas y salones y piezas, pero por primera, por primera, por primera vez, no entraba a ninguno. Qué raro. Traté todo el rato y mi camino al trabajo de acordarme de cada detalle del sueño pero nada. El mismo recuerdo de ver las miles de puertas y escaleras, pero no abrirlas, ni bajarlas.

Casi al llegar a la pega me angustié un poco, harto en realidad, porque se me hace costumbre siempre soñar con miles de piezas que abro y camino y ver tanta cosa rara y real y ficticia, que el sueño de ayer me cagó y ahora que son las 9 ya quiero puro ir a acostarme y ver qué pasa.


Ya, eso es lo primero.


Número dos y contando: Ayer en el trabajo pasó algo muy triste que tiene que ver con una mamá y un bebé no nacido. Ella hoy día tenía los ojos vacíos de amor y yo que no puedo tener rencores ni malos pensamientos con nadie que esté llorando sentí una empatía tal, que me pesó el corazón como pocas veces lo ha hecho. Los bebés se pierden y la gente habla de eso como si se les calleran del bolsillo al sacar la bip.


Ella hoy día cargaba con la muerte y con esta ya son dos en un tan corto tiempo que me da la sensación de que en el aire hay algo que aún no puedo ver. tengo pena de la lejanía de las cosas.


Número tres y contando: Unas niñas vinieron de la universidad central a hacer unas investigaciones sobre el estres de las Educadoras en el jardín (qué ridículo pensé yo si aquí nadie está en el stresssss), y bueno, no siendo eso lo más importante tampoco, había una de las muchachitas que llamaba más la atención por sus labios pintados con un barato ruch ultra rojo pasión y por su pelo de choclo, amarillo, muy, muy amarillo., notorio síntoma de esconder o desviar la atencíón de su poca agraciada carita. Las niñas de mi sala quedaron encantadas y no dejaban de decirle que era la más linda con su pelo de princesa y la abrazaban y no dejaban de piropiarla. Entonces yo, marginada de toda la escena me quedo pensando en cómo le han deformado la estética a las niñas, haciéndolas creer que eres tan linda por ser rubia (no es primera vez que veo este imán en los niños), y que tienes que pintarte tanto y taparte las verguenzas con la ropa de moda, y así, solo así eres prototípicamente hermosa. Me pongo a mirar en la calle y todas, pero absolutamente todas las mujeres están llevadas por su ropa y su pelo, y el ruch, y el rubor y la gueá y me tengo que ver tan bien, y tapo todo lo horrible que llevo adentro con todo este bulto de tiras y güeas que me hacen sentir tan bien y olvidarme que no tengo cerebro y desición propia.


me pongo a odiar, lo sé, pero me colma tanto ver como todo indica que nos preocupemos de cosas idiotas y enseñamos a los niños a seguir nuestro ejemplo más idiota aún.


después de odiar por más de 15 minutos en mis adentros, salgo a explicarle una pincelada de mi odio-teoría a mi buena compañera yoya y riendo, está me dice: compañera eso es todo culpa de la hana montana. jajaja. (y a mí que me gusta tanto)


en resumen: este día 12 de abril de 2011 pasa desde la linda melancolía, a la pena y llanto, para llegar a finalizar con odio e ira social, y ahora, que ya son más de las nueve de la noche entro a mi hora del pánico al dar vuelta mi silla, ver todas las luces de la casa apagadas y acordarme que estoy sola. completamente sola. mejor voy a llamar a alguien que me de una voz apacible. chao.

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