hoy día tenía una lista interminable de cosas que hacer, entre ellas buscar unos discos de música andina en un mueble que no abría yo creo que hace más de 4 años.
espérate que mi sorpresa fue grande cuando me encontré unos cassettes del año de la pera, muy parecidos a unos que grabé por allá por el año 2003, cuando me creía no sé que güeá y andaba con una cámara de video pa todos lados. te acordai?
bueno, la cosa es que me cagué de la risa toda la tarde mirando como, con una paciencia admirable, posabas y seguías todas las imbecilidades que se me ocurrían.
hay una clase completa de la corvalán, una clase de salsa dirigida por la vero, una exposición de la disgrafia, varios carretes de aquellos en la cancha, unos jóvenes de la usach, uno que otro personaje añejo del peda, un carrete en el entrelatas, el primer día del tatuaje de la pía y varias otras miles de cosas que espero alguna vez en que el tiempo y la tecnología nos acompañen, podamos sentarnos a mirar y recordar.
ese fue el mensaje que dejé en el muro de la pauly hace aproximadamente 5 minutos. parece que se recordó de todo, porque recibí una respuesta inmediata, y como no, si ese tiempo que quedó registrado bajo el lente de una cámara no fue en vano uno de los más soleados. eramos tan pendejas, tan lindas, tan cómplices.
es todo super raro. yo con mi polera a rayas rojas y negras (mi favorita, por cierto), en ese tiempo el 90% de mi ropa era negra, el otro 10% se dividía entre el rojo y el blanco.
no sé por qué tenía la manía de irrumpir en la privacidad de los demás. era como un vicio. yo cacho que el primer docurreality de un puñado de pendejas picás a pedagogas con un montón de sueños y pajas que alomejor nunca se cumplirían. pero no importaba. porque había sol. y ese pasto que nos protegía como una burbuja del tiempo que nunca llegaría. ese tiempo de ser adultos. de ser presos de las palabras que en ese tiempo sólo repetíamos como un dogma incesante. un mantra lleno de errores incorregibles.
como otra cápsula independiente, aparezco yo en un barucho de brasil, con el seba, mi primo ricardo (en ese tiempo no metalero), y el diego, que me llamaba "mi palomita" y me juraba amistad incondiional. ese día había sido triste, la mamá de la pía había decidido dejar este mundo y yo, de entre la penumbra del humo del cigarro y otras drogas blandas, admiraba y calaba hondo en mi alma como buscando una respuesta a todo lo sucedido. años más tarde que diferente habría actuado.
bueno, al final da lo mismo si la luminosidad de las imágenes son innegables. que lindo recordar esos días, esos sueños donde me sentía la más libre de todas y mis ojos ya no podían más de ansiedad, de sinceridad.
quién advertiría todo lo que se vino después. tanta agua abajo de mi puente.
muchos recuerdos... me gustan, me gusta recordar como era yo en ese tiempo, como eramos juntas... y me sigue gustando que seamos amigas.
ResponderEliminarnos queda ver todo ese juntas.
ya?
pauly
jaja.
ResponderEliminargracias por ser la ÜNICA en reconocer que lee mi blog.
te quiero.