lunes, 28 de septiembre de 2009
magnolias
hace un tiempo vi una foto que me dejó realmente monga. salía un patio cualquiera, con una banquita blanca cualquiera, y un piso de esos de terracota cualquiera. la cosa es que había un magnolio ya soltando sus hojas, lo que hacía que el piso estuviese lleno de pétalos. no sé. quedé mensa. pensé que parece que nunca había visto algo tan bonito a pesar de todas las cosas bonitas que he visto en mi corta via. y desde ese día varias veces me acuerdo de esa fotito. y me gustaría tanto llegar a tener un patio igualito a ese.
lunes, 7 de septiembre de 2009
saben los que te conocen
Mientras se me tirita el vientre por este vacío tácito en la ausencia de un color no personal. no soy primavera.no soy caída de un intento.no soy nada que tenga significado oculto, ni mensaje que decir. no me llevo en el gusto. no me gusto.
porque a los pies de sus causales me gobierna una nada espesa parecida a las melancolías que se arrojan en capillas de madera.
-me cambio el nombre y la expresión del ceño -
se me asoman tras pilares, deformes y llenos de palabras conducentes, con mentiras de existencia neta y que sabemos realidades, mas que ocultamos en un diente sobresaliente a los demás. lleno de luz.
en el fondo, me cansa la textura lisa, los mismos significados, los mismos abrazos y ausencias. los suelos llenos de enfermedades. los cambios consecuentes de la tierra. los pensamientos que dan todo por perdido. las melodías escasas de lágrima por no poder tener la compañía de tus manos venideras. regresa, siéntate a mi mesa enmantelada de tu carne nueva. devuélvete a mis pasos, a mis hendiduras, porque así se me calan los huesos y desbordo en hipótesis de partidas sin avisos. de paradas definitivas que se llevaron el hálito que no me pertenece ni en espejos y que no puedo comprar con sonrisas.
me doy en sobresaltos, en errores y azares neutros por falta de un un algo concreto y si viniera el tiempo de ser, mi centro estaría a ciegas o en definitiva no estaría. porque no me oigo desde un mes manchado de sangre, y no me veo desde la extinción de mi materia prima.
porque a los pies de sus causales me gobierna una nada espesa parecida a las melancolías que se arrojan en capillas de madera.
-me cambio el nombre y la expresión del ceño -
se me asoman tras pilares, deformes y llenos de palabras conducentes, con mentiras de existencia neta y que sabemos realidades, mas que ocultamos en un diente sobresaliente a los demás. lleno de luz.
en el fondo, me cansa la textura lisa, los mismos significados, los mismos abrazos y ausencias. los suelos llenos de enfermedades. los cambios consecuentes de la tierra. los pensamientos que dan todo por perdido. las melodías escasas de lágrima por no poder tener la compañía de tus manos venideras. regresa, siéntate a mi mesa enmantelada de tu carne nueva. devuélvete a mis pasos, a mis hendiduras, porque así se me calan los huesos y desbordo en hipótesis de partidas sin avisos. de paradas definitivas que se llevaron el hálito que no me pertenece ni en espejos y que no puedo comprar con sonrisas.
me doy en sobresaltos, en errores y azares neutros por falta de un un algo concreto y si viniera el tiempo de ser, mi centro estaría a ciegas o en definitiva no estaría. porque no me oigo desde un mes manchado de sangre, y no me veo desde la extinción de mi materia prima.
y pido por favor no dejarme clavar púas en el pecho.
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